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Lecciones sobre la Adversidad

Ayer tuve la oportunidad de concretar algunas técnicas sobre Gestión de la Adversidad mientras salía a correr a mediodía, en un descanso de trabajo. Me di cuenta, una vez había recorrido los treinta minutos de ida de mi recorrido, que mi tensión había bajado considerablemente, que el calor era sofocante (impropio de está época), y que además, estaba algo desentrenado después de algunas semanas sin practicar este deporte y habiendo practicado demasiado tenis y paddle.

Son múltiples las ocasiones en la que la vida profesional y personal nos pone a prueba. El contexto empresarial en el que nos movemos, puede ser bastante difícil, complejo y adverso en algunas ocasiones y todos los profesionales necesitamos de técnicas que nos ayuden a superar las situaciones adversas, nuestras empresas lo necesitan.

Ahí van mis aprendizajes, por si te pueden ayudar:

-Una vez que te enfrentas a la situación adversa lo primero es reconocerla y saber que esta situación es atípica, que no hay otra opción que salir de ella. En mi caso tomé conciencia de mi estado y me dije que iba a utilizar dicha situación para ponerme a prueba con la adversidad, volver andando no era una opción (a no ser que mi salud corriera peligro en serio). En una empresa la técnica puede ser simplemente sacar a relucir la situación, hablar objetivamente sobre ella en foros de intercambio y reuniones.

-Una vez estás en la adversidad, cuida tu diálogo interior. En mi caso dejé de decirme «Uf… hoy no era buen día para salir a correr», por «Estoy cuidando mi salud». Un mensaje que me repetía constantemente en el camino de vuelta mientras corría.

-En las situaciones más críticas, desvía tu atención. En algunas ocasiones, cuando peor lo puedas estar pasando, te recomiendo elegir otros pensamientos, para que desvíen tu atención del dolor físico o mental que puedas estar sufriendo. En mi caso, pensar en siguientes proyectos empresariales, generó una cadena de pensamientos que hizo que el trayecto de vuelta fuera más sencillo.

-Céntrate en metas a corto plazo. En la adversidad, no tenemos que mirar constantemente a cuanto nos falta para llegar a nuestra meta, sino más bien centrarnos en objetivos a corto plazo. En mi caso, mi objetivo no era completar la carrera, sino más bien llegar a la piedra que en el camino estaba a cinco metros de mi, y luego a la siguiente, y a la siguiente… hasta que llegué, con muchos aprendizajes eso sí. En el viaje de Shackleton a la Antártida, este decía «no pierdas de vista el objetivo final, pero céntrate en conseguir objetivos a corto plazo»

En general tenemos mucho que aprender sobre la adversidad, el deporte genera un contexto adecuado en el que nos ponemos a prueba, pero cualquier situación de tu vida personal o profesional nos puede servir. En lugar de pelearnos con la situación adversa, aprender de ella, generar aprendizaje a través de ella. Es importante además, educar a nuestros hijos a gestionar la adversidad, pues en ella también deberán moverse en su madurez, tolerar la frustración, lo complejo, lo que no llegan a entender.

Dicen que las situaciones tan difíciles que vivimos, no son más que nuestros maestros en la vida, en todas ellas se esconden secretos sobre nosotros mismos, aprendizajes que llevaremos siempre con nosotros.

Que tengas un gran día, Un abrazo,

 

Con los pies en el suelo y la vista en las estrellas

Visto lo visto en el panorama macroeconómico internacional, y después de un tiempo en el que las empresas y profesionales han sufrido en su gran mayoría las consecuencias de las decisiones que globalmente tomamos años atrás, ahora toca no sólo hacer balance, sino prepararnos para afrontar tiempos todavía más retadores.

No dudo que en momentos como estos, el mundo es una oportunidad para todos aquellos que haciendolo lo mejor que podemos tratamos de diferenciarnos, aportar valor a nuestros clientes y crecer y ayudar a crecer en tiempos de dificultad. Sin embargo, la realidad que viven muchas empresas y profesionales pinta de otro color.

Muchos estan cansados de ver el ideograma chino para la palabra «crisis», o mejor dicho, no consiguen ver la oportunidad en ningún sitio. Sí, el ideograma chino nos habla de cambio y oportunidad, pero algo que quizá se olvidó su creador fue preguntarse ¿esa oportunidad sería para todos? Lo que parece lógico, es que la oportunidad de aprender y de mejorar con la dificultad y los malos tiempos, no la vamos a perder nunca, y eso sí, es para todos. Sin embargo, cuando el vecino de al lado está francamente dolido, de poco nos sirve decirle que busque las oportunidades, porque a lo mejor no tiene ni idea de como hacerlo o se le hayan empezado a acabar. Pero no es esto lo que me preocupa en este momento. Me preocupa cuál será nuestra próxima realidad, a qué retos nos enfrentaremos del 2012 al 2015.

Tal y como está configurado el manejo de la información y los flujos de poder actualmente, tiene sentido prepararse para algo mucho más retador. Después de la bajada del rating de la triple A a EEUU, y el descalabro que sufre Europa, como empresas, parece lógico pensar no sólo en optimizar nuestra gestión, sino también en preparar a nuestros equipos para ser más resilientes y capaces, para conseguir más con menos. Me cuesta pensar que España será un pais con muchos parados de larga duración. Sin embargo, teniendo en cuenta lo que está costando cambiar el modelo productivo (nos encontramos en pañales en este terreno), se podría pensar que dificilmente en los próximos 4 años bajaremos de los 4 millones de parados.

Imagino a las grandes expediciones como la de Shackleton a la Antártida en la que constantemente se tuvo que preparar al equipo para asumir retos inimaginables, como lo fue que su barco se hundiera en el hielo y tuvieran que sobrevivir después de 16 meses en el hielo. Imagino la capacidad de sobreponerse a la adversidad de muchos padres y madres de familia cuando las cosas han ido realmente mal para los suyos, y me quito el sombrero ante la mayor parte de personas que han podido salir de situaciones críticas, con valentía, coraje y la determinación suficiente para que el desánimo no tuviera demasiado espacio en sus hogares, empresas, expediciones.

Soy un fiel creyente de que la realidad es una mezcla del conjunto de sentimientos, actitudes y acciones que el mundo alberga, y más aún, creo que dentro de ese mismo mundo, cada uno encuentra una realidad distinta (a lo cual te invito). Pero, hoy no me preocupa decirte que hagas todo lo posible por ver la cara lúcida del mundo, tanto como invitarte a que colabores a hacer todo lo que puedas para que aquellos que no ven la luz puedan empezar a ver más allá de las dificultades, la adversidad y los retos. Ahí van algunas reflexiones:

  • Un equipo con miedo no sabe funcionar adecuadamente. No es tiempo de ser «mensajeros del miedo», todo lo contrario, hay que convertirse en transmisores de esperanza, no quiere decir que seamos unos soñadores irrealistas, piensa en el título de esta entrada «Con los pies en el suelo y la vista en las estrellas».
  • Se realista, explica la situación, deja que las personas tomen contacto con ella y a partir de ahí, con madurez, trazar un plan de mejora.
  • Transmite austeridad como forma de hacer las cosas (si no lo has hecho ya), no pienses que la austeridad es algo puntual.
  • Construye una empresa sobre sólidos cimientos. Si el sistema, si el mundo está cambiando, más vale que lo hagamos cambiar a mejor. Así que es momento de empezar a pensar en como queremos que sean nuestras empresas en el futuro, como queremos que sea la realidad que vivirán nuestros hijos.
  • Evita la culpa y la queja. De poco sirve culparte a ti o a otros, nada vas a solucionar hasta que no transciendas al sentimiento de rechazo hacia ti o hacia el mundo y empieces a buscar soluciones.
  • Crea un clima de cohesión, reúne a tu tripulación en el salón de proa, permanecer unidos, crea un sentimiento de unidad, pertenencia y posibilidad justo antes de que llegue el temporal, en estos tiempos es lo que muchas personas necesitan para dar lo mejor de sí mismos.

Te espero en ese lugar, con los pies en el suelo y mirando a las estrellas.

Un fuerte abrazo y ánimo.

Cuida tu sabio interior

He comprobado varias veces el efecto de los medios de comunicación y el entorno sobre mi rendimiento, motivación y productividad. Sin ir más lejos, ayer un par de  horas antes de un programa de formación para un equipo comercial estuve viendo parte del telediario del mediodía. Antes de 5 minutos notaba dentro de mi una sensación nada cómoda que me pedía a gritos que dejara de ver tantas noticias negativas, cambié de canal y me quedé con una entrevista a un catedrático que hablaba sobre economía (en la 2), más de lo mismo durante casi 15 minutos, negatividad, pesimismo, crisis… desgraciadamente me olvidé de cambiar de canal.

Media hora después me descubrí a mi mismo alojando varios pensamientos negativos sobre el futuro, algo que no me ocurría hacía bastante tiempo. En seguida me dí cuenta de que los pensamientos no habían venido por sí solos, sino como respuesta a todo lo que mi cerebro había estado procesando unos minutos antes mientras veía las noticias.

Es fácil tener mejores resultados, cuida tu entorno, cuida de tu sabio interior. Hay personas con las que después de hablar 5 minutos acabas completamente contagiado de malas noticias, falta de motivación y queja o reactividad (lo contrario a la proactividad), sin embargo con otras después de 5 minutos de conversación te contagian entusiasmo, pasión, posibilidades… ¿Qué los diferencia?

Mi pregunta para tí es ¿Quieres ser un agente del cambio o te quieres quedar anclado a la queja?. Nada te va a sacar de donde estés, nada ni nadie va a cambiar tus resultados empresariales, nada va a hacer que mejoren tus ventas, situación económica u otros. El único que puede hacerlo eres tú. Tu sabio interior en definitiva te va a devolver lo que le des. El cerebro procesa información, la almacena y aprende. De esta forma estamos casi constantemente aprendiendo mientras vemos cada vez noticias más morbosas, sangrientas y otras incluso con poco sentido o valor real (vease la última hornada de programas del corazón, islas de famosos, etc…). El problema es que de poco sirve lo que aprendemos cuando no nos ofrece nuevas ideas, proyectos, posibilidades para poner en práctica.

¿Quieres más motivación?

-Aléjate de lo que te desmotiva, elije ver sólo lo que te puede ayudar a ser mejor cada día. Apaga el televisor más a menudo.

-Cuando alguien empiece a hablarte de lo mal que están las cosas, aléjate! (mantente lejos de los vampiros de energía)

-Lee a los grandes, biografías de Mandela, Gandhi, R.Brandson, M.Teresa, V.Frankl, E. Shackleton y muchas más de personas que consiguieron cambiar la realidad en momentos difíciles.

-Si quieres quejarte, HAZLO, pero acota el tiempo y hazlo de verdad. Quince minutos de queja constante y luego se acabo. fin de la queja. No permitas que la queja se cuele en tu día a día, conversaciones, pensamientos.

-Piensa más a menudo que la realidad no existe, que cada uno tiene la suya. Hay quien ve escasez y hay quien ve abundancia en el mismo escenario. ¿Quién elijes ser?